viernes, 18 de abril de 2014

Nos han robado hasta la primavera...

Si, nos han robado todo, incluyendo la MUERTE!

En el Cap. 2 de "El hombre postorgánico" de Paula Sibilia se analiza nuestra época y se nota la desintegración de los viejos parámetros que nos limitaban: el tiempo y el espacio.

El tiempo, que comenzaba con el nacimiento y terminaba con la muerte, estaba ligado al trayecto en que los cuerpos (orgánicos, materiales) cumplían funciones. Actualmente pueden modificarse las condiciones de gestación y de defunción, según los intereses que intervengan.
También se desdibuja el espacio, ya que a través de las nuevas tecnologías se puede  interactuar con numerosas personas a la vez y estar al mismo tiempo en múltiples lugares.

La muerte desaparece -zombi?- ya que si la vida ya no se vincula al cuerpo, sino a un conjunto de datos y patrones de información, podría buscarse el modo de conservar eso.

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